Hoy quiero hacer una entrada exprés para mostraros una chuche que acabo de estrenar para mi cuarto de costura.
Necesitaba un tapete para poder dejar cómodamente las tijeras y demás cachivaches costuriles sin llegar a estropear mi mesa de trabajo.
He elegido un diseño de Verónica Requena, de su libro Quilt & Dog Cottage. Lo he adaptado un poco al hueco que yo tenía, así que lo he hecho más pequeñín que el original y le cambié, además, un poco el diseño.
Aquí lo tenéis haciendo su función, lleno ya de trastos...
Un práctico bolsillo para las cosas pequeñinas que esté usando en ese momento.
Se hace tan dulce trabajar con lanas y franelas... En su mayoría,esas son las telas que he usado para las aplicaciones.
Os muestro el detalle del perrín más de cerca y aquí se aprecia mejor ese toque tan suave que dan las lanas.
Las letras son de mi cosecha. Al menguarle el tamaño al tapete, no pude adaptar las letras originales, así que no quedó más remedio que coger lápiz y papel... De paso, le cambié también el mensaje...
Aquí sin trastos para que lo veáis mejor...
Y ya colocadito en una esquina de la mesa.
Ahora ya estoy un poquitín más cómoda para trabajar.
Pronto os mostraré una labor que estoy terminando.
Deseo que os haya gustado y, como siempre, muchas gracias por pasaros por aquí. Un abrazo.
Vanesa.